La Ermita de la Veracruz corona una de las partes más altas de la ciudad. Su plaza posee dos zonas de mirador desde donde se puede contemplar unas vistas realmente espectaculares de la ciudad y de la fértil Vega antequerana. Además el vial que lleva a la Plaza de la Ermita está bellamente iluminado, lo que hace posible un agradable paseo al atardecer.