Sitio de los Dólmenes de Antequera
Se trata de una de las más antiguas y originales formas de monumentalización paisajística mediante integración de arquitectura megalítica y naturaleza que se conoce en la Prehistoria mundial, cuyo origen se remonta a la primera mitad del cuarto milenio antes de Cristo.
Situado en el corazón de Andalucía, al sur de España, el sitio comprende tres monumentos megalíticos: el dolmen de Menga, el de Viera y el tholos de El Romeral, y dos naturales: las formaciones montañosas de La Peña de los Enamorados y El Torcal, siendo el primer bien malagueño y conjunto megalítico español declarado Patrimonio Mundial.
Los megalitos antequeranos, construidos en el periodo Neolítico (Menga y Viera) y en la Edad del Cobre (El Romeral) con fines rituales y funerarios, son uno de los mejores y más reconocidos exponentes del Megalitismo europeo. Sin embargo, su excepcionalidad deriva del íntimo diálogo establecido con el paisaje, algo habitual en el fenómeno megalítico pero que en este caso alcanza una relevancia única a escala universal y sin paralelo en la lista de Patrimonio Mundial.
Criterios para su inclusión en la Lista del Patrimonio Mundial
Primer criterio
Los dólmenes de Antequera se encuentran entre las manifestaciones de la arquitectura megalítica más destacadas y reconocidas universalmente. El ejemplo más representativo es el dolmen de Menga, uno de los de mayores dimensiones —modelo de colosalismo y único conocido que presenta pilares interiores—, lo que lo convierte en una de las cumbres de la arquitectura adintelada en la Prehistoria reciente europea.
Segundo criterio
El Sitio de los Dólmenes de Antequera ofrece una visión excepcional de las prácticas funerarias y rituales de una sociedad prehistórica altamente organizada del Neolítico y de la Edad del Cobre en la Península Ibérica. Estos dólmenes materializan una extraordinaria concepción del paisaje megalítico, siendo exponentes de una estrecha relación con los monumentos naturales a los que están vinculados intrínsecamente. Menga es el único dolmen en la Europa continental que se orienta hacia una montaña antropomorfa como La Peña de los Enamorados; y el tholos de El Romeral, orientado hacia la sierra de El Torcal, es uno de los raros casos en toda la Península Ibérica de orientación a la mitad occidental del cielo.
Tercer criterio
El Sitio de Antequera constituye un excelente ejemplo de conjunto monumental megalítico (los dólmenes de Menga y Viera y el tholos de El Romeral), reflejo de una etapa de la historia de la humanidad en la que se construyeron los primeros monumentos ceremoniales en Europa occidental. Los tres tipos diferentes de arquitectura megalítica que se aprecian en el conjunto dolménico, representativos de las dos grandes tradiciones megalíticas de la Península Ibérica (la arquitectura adintelada en el caso de Menga y Viera y la arquitectura de techos de falsa cúpula de El Romeral), y la singular relación entre los dólmenes y el entorno paisajístico de Antequera (los tres monumentos megalíticos están enterrados bajo túmulos de tierra y dos megalitos están orientados hacia los monumentos naturales de La Peña de los Enamorados y El Torcal) ponen de manifiesto la originalidad de este bien